-Dicen que es de Argentina- rumoreaban otras voces
-es de Bariloche- decían otros
-es Deportivo Puerto Moreno de Bariloche- fue la versión oficial.
Esos eran los diálogos de los aficionados al cuadro del Torreón, que recibía la visita desde la Argentina de Puerto Moreno.
Esos eran los diálogos de los aficionados al cuadro del Torreón, que recibía la visita desde la Argentina de Puerto Moreno.
Segunda visita internacional de un club extranjero a las canchas valdivianas, esta vez fue el turno de Puerto Moreno de Bariloche, club que disputa torneos amateur en suelo argentino. El compromiso estuvo marcado por ciertos aspectos que rozaron en lo curioso.
En el aspecto deportivo, Valdivia volvía a realizar fútbol en miras al partido de la semana siguiente ante Puerto Montt en condición de local, por lo tanto los trasandinos serían un buen adversario para medir nivel de los once iniciales y para probar a jugadores que habían visto poco continuidad en el torneo, sumando a más de algún juvenil en el gramado sintético y un comodín que se calzó la tricota de Maxi Alaniz casi al fin de la segunda etapa.
Los Valxlluvia volvían a cantar con fuerza, puesto que pudieron hacer ingresar el bombo y los lienzos, sacando de esa manera la pica que tenían al plan estadio Seguro por la negación rotunda a estos implementos.
La primera fracción finalizó tres a cero, marcador categórico, que quedó condicionado por la expulsión de un jugador argentino, que en la segunda fracción volvería a ingresar al campo de juego y volver a jugar con once jugadores. Las anotaciones fueron de Vergara, que recibió un pase de Kilian Delgado, luego el mismo Vergara anotaría el segundo y más tarde Leal rompería las vallas de Romero.
La segunda fracción contó con la sustitución completa del once inicial del Torreón, debutando con la camiseta del primer equipo: Franco Cancino, Juan Pablo Paineñanco y Matías Cancino. Los argentinos igual hicieron un par de sustituciones para aprovechar a todos los jugadores que viajaron hacia la capital de la región de los Ríos.
El terreno de juego de la cancha del Nacional (municipal 2) fue cómodo para los futbolistas del Torreón que vistieron de blanco, pantalones rojos y medias blancas. La cuarta anotación nació de un pase por la banda derecha de Ariel Gaete que le cedió a Salvatore Abarca, que tras media vuelta disparó y gol. Las sucesivas dianas fueron de Campos, tras eludir a cuatro jugadores y marcar el quinto, más tarde Wiemberg anotó con una espectacular palomita el sexto.
El descuento de para el cuadro que vistió de verde y naranja fue de Facundo Gandolfi, que generó los abrazos de los argentinos. La celebración del cuadro rival duró poco, puesto que Campos mandó el balón a las redes a los pocos minutos después. Casi al final del partido se dio el hecho curioso que ingresó a la cancha un pasapelotas de Deportes Valdivia en sustitución de un jugador de campo. Se vio con ganas de tocar el balón y aprovechar sus minutos en cancha, y fue así como concretó un buen pase a los pies. Más allá de eso.
Partido de otro mundo: un once de argentinos que mostró poco fútbol, el espectáculo de la barra valdiviana de vuelta, un segundo equipo que goleó en pocos minutos al equipo rival y un muchacho que se calzó la camiseta del Torreón y vio minutos en cancha.
Siete a uno, la semana que viene el rival es Puerto Montt. Llenemos el estadio Félix Gallardo, el equipo se lo merece. ¡Seamos todos familia y ganemos!
En el aspecto deportivo, Valdivia volvía a realizar fútbol en miras al partido de la semana siguiente ante Puerto Montt en condición de local, por lo tanto los trasandinos serían un buen adversario para medir nivel de los once iniciales y para probar a jugadores que habían visto poco continuidad en el torneo, sumando a más de algún juvenil en el gramado sintético y un comodín que se calzó la tricota de Maxi Alaniz casi al fin de la segunda etapa.
Los Valxlluvia volvían a cantar con fuerza, puesto que pudieron hacer ingresar el bombo y los lienzos, sacando de esa manera la pica que tenían al plan estadio Seguro por la negación rotunda a estos implementos.
La primera fracción finalizó tres a cero, marcador categórico, que quedó condicionado por la expulsión de un jugador argentino, que en la segunda fracción volvería a ingresar al campo de juego y volver a jugar con once jugadores. Las anotaciones fueron de Vergara, que recibió un pase de Kilian Delgado, luego el mismo Vergara anotaría el segundo y más tarde Leal rompería las vallas de Romero.
La segunda fracción contó con la sustitución completa del once inicial del Torreón, debutando con la camiseta del primer equipo: Franco Cancino, Juan Pablo Paineñanco y Matías Cancino. Los argentinos igual hicieron un par de sustituciones para aprovechar a todos los jugadores que viajaron hacia la capital de la región de los Ríos.
El terreno de juego de la cancha del Nacional (municipal 2) fue cómodo para los futbolistas del Torreón que vistieron de blanco, pantalones rojos y medias blancas. La cuarta anotación nació de un pase por la banda derecha de Ariel Gaete que le cedió a Salvatore Abarca, que tras media vuelta disparó y gol. Las sucesivas dianas fueron de Campos, tras eludir a cuatro jugadores y marcar el quinto, más tarde Wiemberg anotó con una espectacular palomita el sexto.
El descuento de para el cuadro que vistió de verde y naranja fue de Facundo Gandolfi, que generó los abrazos de los argentinos. La celebración del cuadro rival duró poco, puesto que Campos mandó el balón a las redes a los pocos minutos después. Casi al final del partido se dio el hecho curioso que ingresó a la cancha un pasapelotas de Deportes Valdivia en sustitución de un jugador de campo. Se vio con ganas de tocar el balón y aprovechar sus minutos en cancha, y fue así como concretó un buen pase a los pies. Más allá de eso.
Partido de otro mundo: un once de argentinos que mostró poco fútbol, el espectáculo de la barra valdiviana de vuelta, un segundo equipo que goleó en pocos minutos al equipo rival y un muchacho que se calzó la camiseta del Torreón y vio minutos en cancha.
Siete a uno, la semana que viene el rival es Puerto Montt. Llenemos el estadio Félix Gallardo, el equipo se lo merece. ¡Seamos todos familia y ganemos!