Por Héctor Montes
¿Alguien podría reprocharle algo a este grupo de jugadores? Me parece que en principio no. Mas allá de consideraciones del momento, como por ejemplo por qué tal jugador se quedó tanto tiempo con el balón, o por qué no le pegó al arco, o por qué no encaró?, la verdad es que no podemos hacer una crítica negativa por la derrota sufrida ante el particular equipo de Enfoque.
Digo esto porque los escasos hinchas que estuvimos en el Municipal Patricio Mekis, pudimos ver a un grupo de jugadores Valdivianos que corrieron los 90 minutos del partido, no dando ningún balón por perdido y luchando hasta el final. De verdad que daba gusto ver cómo el equipo dominaba el partido incluso con un jugador menos en gran parte del segundo tiempo.
El partido se desarrolló con un primer tiempo bastante parejo, pero que debido a dos desaplicaciones, y también virtudes del equipo local, terminó con la ventaja de 2 por 0 a favor de la gente de Enfoque.
El Torreón intentó manejar el balón (y en cierta medida lo logró), pero debido a que nuestro creador de fútbol Kilian Delgado estuvo sin mucho contacto con el balón, el primer tiempo careció de opciones claras de gol para el elenco Valdiviano.
El segundo tiempo, Valdivia que estaba abajo en el marcador, salió con todo en busca del empate. Delgado entró más en contacto con el balón e incluso tuvo algunos disparos que pasaron muy cerca del arco. Pero el gol no llegaba. Como había que buscar de cualquier forma el partido, el DT del Torreón mandó desde el inicio del segundo tiempo a Ariel Gaete en desmedro de Diego Llanquimán, y como el descuento no se concretaba, optó por sacar a Delgado e incluir un tercer delantero como Gustavo Carú.
Deportes Valdivia dominaba las acciones del complemento pero sin mucha profundidad, así mientras Enfoque se dedicaba a hacer tiempo, Valdivia se iba en busca del arco rival pero los balones no llegaban en buena posición a los delanteros.
Cabe destacar el trabajo en el medio campo de Jerome González, quien pasó a estar solo en la contención y al mismo tiempo servía como motor anímico al resto de sus compañeros. También destaco el trabajo de Raúl Robles, que con la salida de Delgado intentó crear espacios realizando un gran despliegue físico.
En líneas generales todo el equipo demostró coraje y nunca bajó los brazos para lograr el descuento que lamentablemente nunca llegó, pero sin dudas que dejaron una muy buena imagen por la actitud demostrada en el campo de juego.
Fuera de lo netamente futbolístico quisiera hacer hincapié en dos situaciones que me llamaron poderosamente la atención en este partido: en primer lugar el nivel del trío de árbitros. Si bien es cierto estamos acostumbrados a ver arbitrajes que nos dejan disconformes, lo que me sorprendió en esta oportunidad es que no se puede hablar de un arbitraje parcial para el equipo local o para el visitante, puesto que simplemente los jueces eran horribles. Cometieron gruesos errores para ambos lados, con algunos cobros que sencillamente eran para la risa (o para el llanto). Me parece que no es una situación menor ya que se están jugando instancias finales y el trabajo serio de una institución no puede irse por la borda por culpa de situaciones como estas que condicionan brutalmente el partido.
El segundo punto que llamó mi atención y gran molestia, fue el hecho de la precariedad logística en que se desarrolló este encuentro. Con esto no me refiero necesariamente al estado del campo de juego, ya que a mi criterio no influyó en el resultado, sino que me refiero a por ejemplo la ausencia de Carabineros en el estadio, y no precisamente para controlar a la hinchada (que era escuálida), sino para el correcto desarrollo del juego. Me explico: en el transcurso del segundo tiempo, el equipo local se dedicó básicamente a esperar y a hacer tiempo, en una jugada específica se produjo un altercado entre la banca local y el árbitro que terminó con la expulsión de un integrante del cuerpo técnico de Enfoque. Acto seguido, la persona expulsada se queda detrás del arco de Valdivia y comienza a discutir con nuestro arquero y nuestro líbero que se disponía a hacer el saque de meta, impidiendo que éste ponga en juego el balón. El árbitro mientras tanto seguía pendiente de la banca local, y apenas hacía el esfuerzo por que la persona expulsada abandone el campo de juego, perdiendo a lo menos 5 minutos de partido. Cuestión que de haber habido presencia policial hubiera sido mucho más rápida.
Si bien pareciera ser una situación apenas anecdótica, la verdad es que no deja de tener importancia, puesto que sumando el tiempo perdido con los cambios realizados por ambos equipos, las expulsiones que hubo, las demoras de Enfoque, y este episodio que relato, fácilmente se perdieron 10 minutos de juego, y el juez del encuentro apenas agregó 4, cuestión que claramente mermó las aspiraciones Valdivianas de lograr descontar el marcador.
Esto no es llanto ni nada que se le parezca, sino que me esfuerzo en clarificar y describir estas situaciones, ya que repito que estamos jugando instancias finales, y debemos luchar contra todas estas adversidades, y además si de una vez por todas queremos hacer de la Tercera División una categoría más profesional, debemos partir por mejorar situaciones como estas en que sinceramente parece cualquier cosa menos una liga semi profesional.
Por Héctor Montes