Por Héctor Montes
Un pequeño grupo de hinchas Valdivianos se hizo presente en el Estadio G. Chacón de Machalí para lo que sería un partido bastante abultado en el marcador, pero de un rendimiento bastante irregular por parte de ambos equipos.
Debemos comenzar diciendo que el ambiente al llegar al estadio era mas bien familiar, puesto que había muy poca gente (presumo sólo familiares de los jugadores) y estaba todo bastante tranquilo en las escasas graderías del estadio. La cancha estaba en pésimo estado, pero ello no debe ser excusa puesto que estaba igual para ambos equipos.
El comienzo del partido tuvo a un equipo local lanzado constantemente al ataque en busca de abrir el marcador, y a una visita que intentaba como podía diluir los punzantes primeros ataques del rival.
En estos instantes se comenzaban a observar las primeras falencias de ambos equipos. Por una parte los locales arremetían con todo en el área visitante, limpiándose el camino de forma bastante sencilla, pero se equivocaban siempre en la definición (para suerte de los nuestros). Por su parte, Valdivia hacía agua en defensa, los delanteros rivales eludían la defensa de forma fácil, sin mucha oposición por parte de los visitantes. En este punto resalta la pasividad de la defensa y del arquero, quien por lo general hacía vista de los remates Rancagüinos, cuestión que no dejaba de llamar la atención puesto que algunos remates pasaban literalmente rozando el arco.
Así llegamos al minuto 25, momento en que el equipo de Enfoque cobra un tiro libre venciendo con un gran remate potente al golero Obando, quien no tuvo mucho que hacer ante el fusilamiento del lanzador.
Continuaba el primer tiempo y los locales seguían insistiendo sobre el arco Valdiviano, pero siempre erraban en la puntada final o bien algún jugador la sacaba de la línea. En este contexto, nos quedamos cortos si decimos que perfectamente nos podrían haber marcado unos 3 goles más de no ser por la impericia de los delanteros locales.
Deportes Valdivia por su parte buscaba por las bandas a través de los desbordes de uno de lo mejores jugadores de la cancha, como Jaime Soto, y también con Luis Sepúlveda por la izquierda. Estos intentos de ataque por lo general terminaban en un centro sin destino, o bien cuando iban correctamente dirigidos, no había nadie para conectarlos.
En este orden de ideas, se llega al minuto 38 cuando por medio de un centro de Luis Sepúlveda, y después de una serie de rebotes en el área chica, Felipe Manosalva logra empujar el balón y así decretar el empate parcial para el Torreón. La alegría se apoderó de los hinchas visitantes quienes se hacían sentir en el estadio de Machalí.
Ahora bien, el empate no se condice con lo que sucedía en la cancha, ya que como venimos relatando, el equipo local era más, y Valdivia por su parte no construía juego y se dedicaba a aguantar los ataques naranjos.
Y así es como a cinco minutos del final de la primera mitad, y luego de una serie de rebotes, una salvada en la línea y múltiples errores defensivos, llegó el segundo gol para los locales quienes se fueron al descanso con una merecida ventaja.
El cansancio en varios jugadores Valdivianos era evidente, lo que puede deberse a la seguidilla de partidos que han debido disputar y al calor que a esa hora se hacía sentir en esta localidad de la sexta región.
Comenzaba el segundo tiempo y parecía que Deportes Valdivia volvía al campo de juego con una nueva predisposición. Se realizó un solo cambio, puesto por puesto, entraba Francisco Muñoz en lugar de Felipe Manosalva, quien al parecer se encontraba resentido puesto que era bastante evidente su cojear.
Valdivia seguía insistiendo por las bandas, y así fue como por medio de un gran desborde de Jaime Soto y luego de eludir a una serie de rivales, ingresó al área para con un remate cruzado vencer al portero local y decretar parcialmente el empate a dos goles.
Los visitantes equilibraron las acciones tanto en el marcador como en el juego, y se fueron constantemente en busca del arco rival. En este sentido debemos recalcar que el mediocampo casi pasaba desapercibido ya que la mayoría de los ataques se construían en base al pelotazo a las bandas. Y es así como nuestro capitán Kilian Delgado también comenzó a buscar los desbordes, y luego de una jugada que perfectamente pudo haber terminado en gol, (pues el arbitro dio correctamente la ley de la ventaja tras el desborde y centro de Delgado, pero no se pudo conectar un remate al arco), se cobró penal a favor de Valdivia en contra de su capitán, el que fue correctamente ejecutado por parte de Felipe Bustamante, marcando lo que sería la ventaja de los visitantes por 3 goles a 2.
A partir de este momento los ánimos en los jugadores se empezaron a encender, y el juego comenzó a tornarse más brusco. Producto de ello fue expulsado Gabriel Mansilla por doble amarilla, y posteriormente Jerome González por roja directa al golpear sin balón a un jugador local.
Así Valdivia aguantaba la ventaja con 9 hombres en cancha de forma bastante correcta, pues los delanteros rivales ya no sobrepasaban tan fácil la aguerrida defensa visitante.
Eso hasta que el árbitro agregó cuatro minutos de descuento, y con ello una arremetida del jugador más habilidoso de los Enfoquienses (?) quien después de una serie de desinteligencias defensivas y mientras el balón se paseaba por el área chica, conectó un remate que terminó en gol decretando el empate definitivo para los locales.
Terminaba el encuentro, Valdivia no podía mantener la ventaja y los locales celebraban como si hubieran ganado un campeonato.
Ahora, por suerte para nosotros los equipos rivales también jugaron a nuestro favor, y seguimos manteniendo la punta del campeonato de manera exclusiva.
Lo próximo que se viene es Copa Chile, lo que parece ser un perfecto momento para dosificar el plantel de cara a la segunda rueda del campeonato oficial, esto por cuanto la próxima semana se juega de visita precisamente con nuestro escolta, Deportes Linares, en un partido que nos podría costar la punta del campeonato.