
Diluvio de fútbol señoras y señores, ¿dónde estaba Noé? que faltó poco para que nos subamos todos a su arca de tanta agua que caía del cielo. El invierno en la hermosa Valdivia se hizo sentir la tarde noche del sábado, con millones de litros de agua sobre la ciudad, a pesar de esto, los valientes hinchas acudieron contra neumonías y gripes porcinas y un cuanto hay de enfermedades respiratorias a alentar a los muchachos de nuestro Torreón, que enfrentaba a los temibles y aguerridos jugadores de Rengo F.C.
Uniforme tradicional para los nuestros, con la salvedad de las medias verdes, que ya se hicieron costumbre y que supongo simbolizan a la selva valdiviana (que fome)… de casaca xeneize nuestros rivales de turno.
Clásico esquema de Milanca para iniciar las acciones, equipo titular, salvo la ausencia del capitán Pepe Aguilar. La propuesta fue intentar tocar el balón con velocidad y precisión, utilizando las bandas como eje del ataque, mientras la cancha lo permitiera obviamente, pues a pesar de ser una cancha nueva y sintética, el estadio municipal Félix Gallardo, no pudo soportar estoico el vendaval sureño y se empozó dramáticamente en toda la franja central del campo, respondiendo eso si por las bandas. Así que comprenderán que mucho fútbol no vimos. Pierna fuerte y coraje en un encuentro parejo, donde los huasos de la zona central apostaron al contragolpe y los dirigidos por el profe Milanca al asedio. Ambos equipos chocaban en el medio campo y la claridad de algunas acciones y llegadas, se veía opacada o por el campo de juego que por el agua detenía los pases o por defensas bien aplicadas y arqueros atentos a cualquier amenaza. Del primer tiempo cabe rescatar que los rivales se llenaron de amarillas y que tuvieron un par de claras ocasiones de gol, pero por impericias propias dilapidaron, para fortuna de los nuestros. Valdivia intentó hacer su juego y creó peligro pero en el primer tiempo, la brújula se encontraba averiada por las ráfagas de viento de 60 Km por hora que se veían en el estadio.
Fin del primer tiempo, el lineman y toda la terna arbitral partieron a hacerse una sopa maggi y cambiarse de ropa para no resfriarse, los jugadores y cuerpos técnicos tensos pensaban como iba a ser el segundo tiempo en una cancha que ya parecía un acuario más que un estadio de fútbol. Varios en la tribuna se mostraban ansiosos y ninguna de las cumbias de Leo Rey que colocaron para amenizar los relajaba, así que no quedaba otra que comer maní confitado o fumarse un puchito.
Comienza el segundo tiempo y por aproximadamente 30 minutos, fuimos testigos de los estragos que le hace la lluvia a este deporte, pases cortados, tacles deslizantes que recorren 10 metros, sabotaje a grandes regates, cambios de frente perfectos pero que el pique corre a 100 Km por hora y así muchos inconvenientes para desarrollar el fútbol de toque y velocidad que quiere proponer Milanca en su esquema. Pese a lo anterior a quien más perjudicó la lluvia y las pozas del campo, fue a los muchachos de Rengo y es natural pensar eso, pues no están acostumbrados a jugar en estas condiciones. Los nuestros en cambio, desde su infancia más temprana han jugado en la lluvia, el barro y todo lo adverso que se hace jugar al fútbol en estas latitudes, todo el sacrificio de entrenamientos invernales, desde la infantil hasta este momento en que juegan por su ciudad, se pasó ante mis ojos, un gigantesco Chacato Sepúlveda, que como un fiero león ganó todos los cruces que tuvo y despejó el peligro de su área, con una torre como Herrera inexpugnable en el juego aéreo, cabeceando todo lo que cayera por la derecha, con un Pablito Leal correteando en la piscina que se formó en mitad de cancha, metiendo la pierna con criterio, a pura hombría y experiencia, el mejor partido que va del año para este volante tan esforzado, quitaba balones y abría para la banda, donde el exultante Tunga Soto, iba y venía como un andarivel sube la montaña, sin demostrar esfuerzo, mostrándola y escondiéndola al lateral de turno, eludiéndolo y tocando línea de fondo, centrando, aguantando, gran partido de este lateral que si me animan a decir es el mejor lateral derecho que existe en esta ciudad y es extraño que las grúas de la capital no le hayan puesto precio a este pibe de 18 años.
Y así llegamos al talento, a la luz que entre tanta tormenta tuvo que clavar la manija precisa para terminar con la angustia del roce y la batalla y dejar a la diosa victoria en casa, el 10, el clásico 10 de media punta, enganche y nexo entre el medio campo y el ataque, que en nuestro equipo viste un muchacho desgarbado, flaco, de apariencia tranquila y de hablar relajado, Kilian Delgado, hábil en velocidad, criterioso en el pase y con una habilidad para la gambeta nacida en el más puro potrero valdiviano, nos deleitó siempre intentando jugar al fútbol, algo tan simple pero tan difícil de ver. Y fue así cuando ya el partido expiraba y varios de nosotros sepultábamos el 0 a 0, cuando la toma este fenómeno por la izquierda, elude un contención y enfila en diagonal a la izquierda para acomodar el perfil de la pierna derecha en el semi círculo del área grande ante una línea de centrales que se quedó un segundo. En cámara lenta lo vimos todos y supimos que le iba a pegar y que sería gol, porque Kilian posiciona todo su cuerpo para darle la comba necesaria, en un gesto técnico notable y que todos los niños debiesen aprender como asignatura obligatoria en el colegio. El cuerpo como pilar de un arma de precisión en la pierna derecha de este jugador, que impacta el balón con borde interno y con velocidad pero colocación va volando, al parecer demasiado alta, pero de pronto baja, va bajando y se mete al segundo palo de un arquero que en su vuelo lo intentó, pero esa daga que lanzó Kilian, hacía estéril cualquier esfuerzo. Golazo del Torreón, golazo, a 3 minutos del final de partido Kilian Delgado sentenció los esfuerzos de un equipo rival sacrificado y ordenado que vendió cara su derrota.
Muy buen triunfo del Torreón, demostrando garra, perseverancia, solidaridad y tenacidad en la victoria y como siempre se ha dicho, ¡contra tanta adversidad!, es admirable lo que hace este equipo. La Municipalidad cooperó con 5 millones de pesos anuales al equipo, poca cantidad, faltan las empresas valdivianas ahora, pero yo les aseguro que si estos muchachos siguen así, se convertirán en un equipo legendario, porque ya son un gran equipo, serán un equipo que hará historia, porque en pocas partes del mundo se ve tanto sacrificio y amor por la camiseta como acá, por eso tan simple, esto no puede morir.
Continúa la racha de local, la bombonerita Félix Gallardo, se está convirtiendo en una fortaleza inexpugnable, ¿cuándo viene Juggerland? Ese partido estará muy bueno.
Por Jorge.