
De vez en cuando, pero muy pocas veces, todos hemos sentido que todo nos salió bien y que perfectamente ese tiempo vivido pudo haber sido digno de una película con final feliz, donde los héroes ganan, los villanos pierden y todos terminan bailando al ritmo de una canción de rock americana, que sensación más grandiosa. ¡Y así fue señoras y señores la noche que vivimos en el Félix Gallardo este 19 de junio!
Deportes Valdivia en plena crisis institucional, enfrentó a Lautaro de Buin, un equipo de medianía de tabla que más que club deportivo parece encarnar el ideal de un grupo de amigos unidos por la pelota.
Deportes Valdivia en plena crisis institucional, enfrentó a Lautaro de Buin, un equipo de medianía de tabla que más que club deportivo parece encarnar el ideal de un grupo de amigos unidos por la pelota.
Con la habitual tricota albirroja y el detalle curioso de medias verdes, vaya a saber por qué, pues no hemos tenido noticias de embargos a la guardarropía del club, salta a la cancha el equipo de Milanca. Los rivales de turno vistieron uniforme a franjas auri negras.
Desde un inicio pudimos apreciar el dominio evidente que el Torreón impuso en el partido, con una defensa sólida en donde llamó la atención la ausencia de Herrera, suplida en gran faena por Llanquimán, un mediocampo funcional con los puntos altos del Pepe Aguilar y un motivadísimo Kilian Delgado, que hacían circular con rapidez y profundidad el balón para la ya habitual subida por derecha del Tunga Soto y las diagonales infernales del gran delantero de esta temporada el Bombardero Bustamante.
Con el dominio de las acciones y de entrada se produce la apertura del marcador, remate desde 40 metros en tiro libre de Chacato Sepúlveda, quien genera la respuesta imperfecta del meta rival quien otorga rebote en área chica y como todos sabemos, si te la dejan dando bote, ¡topón pa’ dentro y a cobrar! Y así lo hizo el oportunista Bustamante abriendo las cifras y desatando la algarabía de la barra y de los hinchas que acudieron con “vuvuzelas” en mano a apoyar a los nuestros en esta gélida jornada invernal.
Con un arbitraje mediocre, el primer tiempo se desarrolló friccionado y con amplio dominio del Torreón, y es así que dentro de los al menos 10 minutos de descuentos que otorgó el colegiado, en una de esas jugadas que llegan a ser chistosas por lo extrañas, pelotazo largo a la banda izquierda, arremetida del puntero sin marca, rebote en el palo y quien más que el cazador de los rebotes Bustamante, para barrerse y empujar ese balón al fondo de las redes, 2 a 0 ganaba Deportes Valdivia y nos fuimos al descanso.
En el entretiempo ocurrió la cosa mas enternecedora que este cronista haya visto en los partidos de local de Deportes Valdivia, anexa al club claro está, y fue que en genial idea, se desarrolló un encuentro amistoso entre la Sub 8 y la Sub 10 de la escuela de fútbol de la Universidad Austral de Chile, comprenderán que los pequeños diminutos corriendo tras el balón con las ganas y el deseo de hacer un gol jugando ante tanta gente, es un espectáculo digno de ver y que captó el lado lúdico y tierno de la asistencia. Toda la parcialidad aplaudió los goles realizados, las jugadas y finalmente ovacionó a estos pequeños futuros cracks de nuestra ciudad, que se despidieron corriendo a todos los costados de la cancha cuales figuras mundialistas post final de la copa del mundo. Muy buena idea que genera la participación de la familia valdiviana en el deporte, muchas felicitaciones desde el aguante calle calle para el gestor de la iniciativa.
Y se fue la bolita para los segundos 45 minutos de fútbol, si pudiera calificarlos en una palabra, la primera que se viene a mi mente sería farra, la segunda dilapidación y la tercera paseo, aquí el lector puede elegir la que estime conveniente de acuerdo a su estado de ánimo, pues puedo decir con autoridad doctoral, que los valdivianos literalmente borraron del mapa al rival, lo encajonaron, lo midieron y faltó poquito para meterlos en un paquete por Chilexpres de vuelta a Buin, pues la exhibición que dieron los dirigidos por Milanca fue sinceramente, impresionante.
Desborde, paredes, centros, combinaciones, remates, palos, atajadas de portero, todo lo que ofensivamente se pide por los paladares futboleros juveniles o veteranos, se vió… lástima que el finiquito andaba de paseo por el parque municipal, pues fueron cerca de cuatro remates que dieron en el palo y cerca de diez ocasiones de gol que nuestros jugadores no decidían bien y se perdían en la confusión.
Finalmente Kilian Delgado, nuestro hombre talentoso, pone las cosas en su lugar y se acuerda que le gusta gambetear, recibiendo un pase desde la derecha de Soto (quien dicho sea de paso se aburrió de ganarle a su marcador), encara desde la cabecera del área grande, elude al central y ante el achique del portero la pica con suavidad al palo contrario, la redonda se va impulsada por ese "masse" sútil a la buchaca derecha de la mesa de pool que Kilian nos hizo presenciar, ¡una joya!, un golazo que coronó y dio la calma necesaria para un partido que injustamente se ganaba por poco.
Milanca regulando el esfuerzo de los muchachos realiza las últimas modificaciones, ovación total para Bustamante y Delgado, merecida por lo demás, el colegiado esta vez no da descuentos y manda a los jugadores a las duchas, los nuestros se quedan en el césped y comparte la alegría de la fanaticada fiel de este Torreón que recuperó un rendimiento de local y que da claras muestras de una forma de ver el fútbol que funciona pragmáticamente y de mucho orden táctico.
La pelea por el ascenso será con Jungenland (directamente de Alemania) y con Santa María, eso está más que claro, ahora, los dirigentes tienen que dar su pelea por la responsabilidad y las autoridades tendrán que permitir que esta se pueda dar y tiene que ser así, cada estamento cumpliendo sus roles, porque según he sabido, los vecinos de más al sur, de esa ciudad pequeña y ganadera, están con cara de descenso y yo creo que estos jugadores aún no llegan a su tope de rendimiento, así que la lanzo ¿se imaginan el clásico del 2011?.
Aguante Torreón!!!
Por Jorge.
staff aguantecallecalle.com